viernes, 13 de junio de 2008

Escrito para una Mujer...


Deseo entregar una porción de la palabra para aquellas mujeres que buscan el carácter de Dios, en diferentes circunstancias, que asumimos roles como amigas, como compañeras, como esposas, como líderes, como bendición. Actualmente soy líder de un grupo de Jóvenes cristianos entre 18 a 25 años, muchas veces me pregunto - yo como mujer - ¿Cómo puedo ser de ayuda para jóvenes con luchas tremendas en la vida? Y Quiero comenzar con este versículo que lo hemos escuchado tantas veces pero que no llegamos a darle un sentido en nuestras vidas como mujeres.

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas- Prov 31:10-


Mujer virtuosa, es difícil entender pero es lo que Dios espera de cada mujer, y realmente no es difícil asumir ese carácter de “excelencia” en sabiduría espiritual y sumisión.
La mujer de Dios tiene amplias posibilidades de acción y de realización, sin perder su sello distintivo que es la sumisión a la autoridad que Dios puso sobre ella. La sumisión es el rasgo central, pero ella va adornada de otras muchas y preciosas virtudes.

Imagínate hubieron mujeres virtuosas que fueron de instrumento indispensable en la humanidad, empecemos por reconocer en la biblia a una mujer que representó la gracia de Dios.

Abigail: La biblia dice que fue la única que apaciguó la ira del rey David, en una situación de vida o muerte, el rey había perdido la paciencia con muchos hombres a sus servicio, entre ellos estaba su esposo, que no supieron actuar con diligencia y el rey había destinado sus vidas a la muerte. Sin embargo Abigail se apresuró a entregar ofrendas y regalos para David. ¡Qué oportuna fue su acción! Porque al poco andar se encuentra con David y logra aplacar su ira. Entonces David le dice:

Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano. 1 Samuel 25:32-34

La verdadera sabiduría de la mujer proviene de Dios, por medio de él actúa y prosigue ansiosamente a obedecer. Solo así podemos utilizar estas grandes virtudes no para dañar ni buscar beneficios, en mente debe estar la voz de Dios y saber escuchar lo que nos pide.
Existen muchos ejemplos más, pero creo que Dios busca de cada una de nosotras esta sumisión y sabiduría que sobrepasa a la belleza de las piedras preciosas.

No hay belleza física que se pueda comparar con la dignidad espiritual o el atractivo de una mujer llena de paz. Es una persona serena porque su confianza y su seguridad están en la paz que reflejan. Es una persona con dignidad porque su valor y sentido se hallan en algo más allá de lo superficial.

Esa mujer reflejará una clase de belleza interior que hace mucho más que llamar la atención a sí misma o sobre sí misma. Es una belleza que es mucho más importante que cualquier cosa trivial.
Entonces te animo a buscar a Dios, si aún no lo conoces te invitó a que vuelvas a leer esta líneas y puedas darte cuenta del valor y la importancia del rol que te toca asumir en donde estas, busca la sabiduría espiritual, la quietud, la humildad, la ternura y la serenidad; esta es la verdadera belleza, la belleza virtuosa que es de grande estima delante de Dios.

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